sábado, julio 20, 2013

VIVIENDA CON AVALÚO DE SALARIO MÍNIMO NO ES TAN BUEN NEGOCIO

Los constructores piden revisar los topes a vivienda de interés prioritaria debido a que mientras el salario está ajustado anualmente por el IPC, la estructura de costos de los proyectos superan el aumento de la inflación. Con ese argumento, señalan que los techos establecidos por el Gobierno para la construcción de vivienda interés prioritario, VIP, están frenando el desarrollo de proyectos en diferentes partes del país.

Así lo estima la constructora Ambientti, cuyo principal argumento es que mientras el límite en salarios mínimos es ajustado anualmente por el IPC, la estructura de costos de proyectos constructivos están por encima de la inflación. A esto se le debe sumar que los proyectos están regidos bajo condiciones técnicas cada vez más exigentes y  afrontando mayores valores en los terrenos.

El Gerente General de la Constructora Ambientti, Carlos Mantilla, dijo que “teniendo estos costos en aumento y un precio limitado por un tope a nuestro parecer muy bajo, repercute en que la construcción de este tipo de vivienda no resulte viable. El llamado es que se revise este tope de viviendas VIP, que hoy tiene un límite de $41.265.000 pesos,(70 salarios mensuales  mínimos legales vigentes –SMMLV-, para que se logre un dinamismo desde el punto de vista de la oferta que permita la entrega de una vivienda digna, que vaya acorde con el dinamismo de la demanda”. 


Indica el directivo que esta propuesta es oportuna. “El momento actual en el mercado inmobiliario es histórico, la vivienda de interés social y prioritario cuentan con las herramientas necesarias para estimular la demanda”, sostiene Mantilla. 

Indica el alto ejecutivo que “desde nuestro punto de vista el tope a VIP limita en exceso las posibilidades de construcción de este tipo de viviendas”.

Este problema de los topes a la VIP ya se está sintiendo con fuerza en algunas capitales como Bogotá donde los proyectos privados destinados a ese tipo de vivienda son escasos y donde se presenta la mayor demanda de todo el país. 

“Justamente la estructura de costos y en particular el costo del ítem ‘terreno’, hacen inviable incluso proyectos de gran magnitud pues ni la economía de escala alcanza a proveer un margen que lo haga atractivo a ésta iniciativa privada”, manifiesta Mantilla.
Precisamente en un momento en que el país está reduciendo sus índices de pobreza, la población más necesitada busca acceder a una vivienda digna. Asimismo, la constructora sostiene que “para superar la pobreza extrema es de suma importancia mejorar el acceso a la vivienda, de ahí que el llamado de Ambientti como empresa constructora al gobierno es que amplié las herramientas jurídicas y económicas para la construcción de este tipo de viviendas”. 

Ante esta situación y con el objetivo de aportar al sector de la vivienda social, la constructora hace una propuesta concreta al Gobierno: que se ajuste el tope de vivienda de interés prioritario a por lo menos 90 SMMLV logrando un precio final hoy de $53.055.000 con lo que se lograría dar viabilidad a los presupuestos de obra que se presentan en la actualidad. Creemos que con un tope de vivienda prioritaria de este tipo, nosotros y muchos otros constructores encontrarán en este tipo de proyectos un equilibrio en los costos y el producto requerido por las clases menos favorecidas del país”.

Por otra parte, Ambientti hace referencia a que “si las entidades estatales a quienes corresponde éste tema, pudieran encontrar una normatividad que planteara otras posibilidades para desarrollar VIP distinta a el subsidio via precio de las unidades en los demás estratos se podría mejorar sustancialmente, con lo que demanda y la oferta de este tipo de viviendas serían sostenibles en el largo plazo”

Tomado de dinero.com

sábado, julio 13, 2013

BOGOTÁ REGIÓN con AVALUOS más CONCERTADOS

En los últimos días nos hemos enterado constantemente de proyectos y planes de la administración que tienen como objetivo regular el crecimiento de la ciudad en los límites hoy definidos, sin embargo, lo que no hemos podido escuchar es acerca de un plan metropolitano que la ciudad y los municipios circundantes requieren con urgencia. Ciudad región, la gran Bogotá, etc… varios nombres les han dado con el paso de los años sin embargo no se ha logrado consolidad una estructura territorial ni legal que permita extender los límites de la planeación tradicional en pro de una mejor dinámica urbana.
Lo que sucede con Bogotá y con municipios como Chía, Sopó, La Calera, Cajicá, etc… Se puede resumir en una frase, la ciudad grande y los asentamientos satélite, o ciudades dormitorio. Todas estas ocupaciones, si bien son legales, pueden ser más dañinas para la ciudad que lo que sucede en localidades como Ciudad Bolívar y Bosa.
Los altos costos de la vivienda en Bogotá, la ‘cercanía’ de un entorno campestre a la ciudad son algunos de los motivos por los cuales, siempre personas de estratos altos, se desplazan de la ciudad hacia estos lugares, todo ello soportado en el transporte privado, donde por vivienda pueden llegar a haber hasta 4 carros; lo anterior, se traduce en congestiones hasta en municipios pequeños, más demanda de vías de acceso, contaminación y más importante, que la presión sobre Bogotá seguirá en aumento, frente a la falta de un plan de centralidades en la ciudad y su región metropolitana. Es decir que siempre la misma cantidad de gente tiene que desplazarse a los mismos lugares en las mismas horas, en términos urbanos, un movimiento pendular.
Noticias recientes como la polémica por el túnel hacia La Calera por la 153 demuestran esta situación y además de poner una alarma por los posibles daños al ecosistema frágil de los Cerros Orientales y de suministro de agua, lo que una infraestructura de este tipo haría es incentivar más construcciones tipo urbanización cerrada en los cerros orientales bastante deteriorados.
Así pues, con este panorama, lo urgente sería que se estableciera una mesa entre los alcaldes del área metropolitana para coordinar y volver compatibles las normas urbanas y económicas (Integración entre Planes de Desarrollo, POT´s, LOT, RAPE y Ley de Regalías), para que si en Bogotá se piensa algo –y viceversa- esto sea tomado en cuenta por los otros alcaldes y de esta manera articulada se logre poner a tono lo que pasa en la sabana.
La pregunta que queda es, después de tantos foros especializados, estudios, ¿cuándo vamos a ver la implementación de una norma de este tipo? ¿Qué hace falta? La ciudad no da espera, y más allá de la puesta en marcha o no de la modificación al POT que propone Petro, este plan macro es la base que aseguraría mejores resultados.
Tomado de elespectador.com, del BLOG de Juan Herrera