Por estos días, cuando se realizan las
acostumbradas asambleas de accionistas, un tema se ha vuelto frecuente en la
presentación de los estados financieros. Se trata del nuevo modelo o práctica
contable llamado Niif (sigla que significa Normas Internacionales de
Información Financiera) que adoptó Colombia, al igual que muchos otros países
de América Latina.
La novedad
no pasaría de ser un asunto técnico de interés de contadores y financieros, si
no fuera porque los accionistas están viendo cambios importantes en las
principales cuentas del balance de las empresas, como el patrimonio y las
utilidades y todos quieren entender qué pasó. Estas nuevas normas
contables acogidas por Colombia desde 2012-2013, entraron oficialmente en
aplicación este año. Es decir, los resultados de 2015 que se vienen presentando
en esta temporada de asamblea ya tienen incorporada la normatividad Niif. Pero,
además, las empresas tuvieron que recalcular todas sus cifras de 2014, para poder
hacer comparables los dos años.
En este punto muchos se llevaron sorpresas. Por ejemplo, Ecopetrol después
de recalcular todo el año 2014, pasó de tener una utilidad de 8,4 billones de
pesos con las normas viejas, a 5,7 billones con las Niif en ese ejercicio.
La Superintendencia de Sociedades hizo un
estudio, con un grupo de alrededor de 2.000 empresas, para ver el impacto que
tendría aplicar las normas Niif y concluyó que el patrimonio de estas, en su
conjunto, presenta una reducción cercana al 7 por ciento.
Cabe anotar que el efecto depende del sector de
la compañía, de su modelo de negocio y de la forma en que venía llevando su
contabilidad. En el caso de Bancolombia, por ejemplo, al reprocesar 2014 bajo
las nuevas normas, el patrimonio no varió, pero la utilidad sí. Las ganancias
por 1,8 billones de pesos (en 2014) según la contabilidad vieja, llegaron con
normas Niif a 2,4 billones de pesos.
La causa está relacionada con la nueva
metodología usada para aplicar conceptos como reversión de gastos,
amortizaciones, cálculo actuarial, pasivos laborales y pensionales, costos de
los activos, depreciaciones, impuestos diferidos, entre otros.
Los expertos en la materia tienen un amplio
consenso según el cual esta actualización era necesaria, y el nuevo marco
contable y financiero es más claro y transparente y refleja de forma más real
la situación de las empresas. Casi todos los países de América Latina también
han adoptado estas normas internacionales.
Tomado de semana.com/economía/ 2016