Por lo general
la finca raíz es considerada como un negocio de bajo riesgo. La idea es simple:
comprar, esperar (incremento en avalúo comercial) y vender (nuevo avalúo
comercial); sin embargo, experiencias como las crisis inmobiliarias de Estados
Unidos y España nos recuerdan que no
existe tal cosa.
Resulta que es
particularmente importante el estado del tiempo tiempo para ingresar al mercado
inmobiliario ya sea que pretendamos invertir para obtener ganancias o
simplemente hacernos al sitio que será nuestro hogar.
Como todo en
el mundo de las inversiones, la
idea es comprar barato y vender caro, siendo esto un concepto simple
pero de complejísima ejecución (buen ojo avaluador).
Existen dos
grandes fuerzas que condicionan la disponibilidad para comprar un inmueble
(vivienda, oficina, bodega, etc.): por un lado está el precio y por el otro las
condiciones de financiación.
Si nos
referimos específicamente al precio (avalúo comercial) encontramos que en
Colombia existen dos índices que monitorean de manera constante el desempeño de
la vivienda, específicamente, estos son: el índice de precios de la vivienda
usada (IPVU) y el índice de precios de la vivienda nueva (IPVNBR); ambos
índices son calculados por el Banco de la República con información proveniente
de la galería inmobiliaria y las principales entidades financieras del país.
Lo primero que
se destaca es el incremento en el precio de la vivienda nueva en Bogotá muy por
encima de otras ciudades, por ejemplo, hoy en día es 56% más caro
comprar en la capital que en una ciudad como Cali.
El segundo
aspecto que salta a la vista es la tendencia de los índices, todos parecen
haber encontrado un techo entre noviembre de 2014 y febrero de 2015, de
hecho si tomamos el índice como única referencia, a enero de 2016
es 5% más barato comprar una vivienda nueva que hace un año atrás.
Tomado parcialmente de la página www.dinero.com