sábado, agosto 10, 2019

LOS AVALÚOS en BOGOTÁ se INTENSIFICAN

Bogotá, en sus 20 localidades con más de ocho millones de habitantes, aunado a los aproximadamente dos millones de personas de municipios, como Chía, Mosquera, funza, Soacha, más el incremento de la migración venezolana, ha venido acrecentando su área metropolitana de forma acelerada. 

Este incremento ha permitido que los bogotanos encuentren, cada vez más, grandes dificultades para pagar las casas donde residen. Los habitantes de escasos recursos de esta gran urbe están siendo expulsados de la ciudad por falta de viviendas asequibles. 

Tengamos en cuenta que a las viviendas de interés prioritario (VIP) o de Interés social (VIS), se dificulta su adquisición. La asequibilidad se analiza midiendo los ingresos promedios de las personas y tomando el 30% para pagar su vivienda y, según estudio de la Veeduría Distrital, por ejemplo, un apartamento, en un barrio de nivel alto-medio cuesta aproximadamente 20 años de ingreso asequible, p.e., Ciudad Salitre, Chicó-El Refugio, Country Club en las que se encuentran estos hogares.


Comparado con ciudades como Nueva York, Buenos Aires y Miami, Bogotá rebasa en altísimos porcentajes estos valores (Rio de Janeiro y Medellín tienen un nivel aún más alto), a nivel internacional. 

La Veeduría tomó las 197 UPZ para hacer estos mismos análisis por estratos socioeconómicos. No obstante haber tenido Bogotá un incremento en la construcción de vivienda en estos últimos años, ha construido deficientemente VIS o VIP, siendo los sectores periféricos los más afectados. En los sectores puestos como ejemplo (Ciudad Salitre, Chicó-El Refugio, Country Club), si los habitantes de ese nivel socioeconómico, dedicaran el 30 % de su salarios, podrían pagar su vivienda en 6.7 años, pero en localidades como Kennedy y Bosa, ese tiempo se aumentaría ostensiblemente, por lo que la dificultad de esas personas para encontrar vivienda asequible es inmensamente alta.

Entre el 2010 y 2018 ha habido un incremento de 134.000 hogares de estratos 1 y 2, incluyendo la migración venezolana, ya mencionada, y el fenómeno del desplazamiento y, si miramos que, según la Secretaría de Habitat, en el 2018 solo se construyeron 12.597 viviendas VIS o VIP, el déficit habitacional, cada vez, se convierte en más crítico. 

En el primer semestre de 2019 en Bogotá se vendieron 15.983 viviendas nuevas, de las cuales el 48% de VIS. Según lo afirma Coordenada Urbana, hay reactivación en el segmento medio, con crecimiento anual de 50.5 % con 5.521 unidades vendidas. Puente Aranda (1.149), Usaquén (967) y Kennedy (769), como localidades más activas. Al alto costo se suman las restricciones financieras que dificultan el acceso a créditos y subsidios. 

El ministerio de Vivienda y la Secretaría de Habitat han buscado la accesibilidad de los recursos, pero la falta de oferta y el desconocimiento de los subsidios han hecho que se pierdan los recursos. Mi Casa Ya combina los recursos del Distrito y la Nación para otorgar subsidios hasta de 40 salarios mínimos ($ 33´000.000.oo) a personas con ingresos inferiores a 4 salarios mínimos mensuales ($ 3´300.000.oo) y que no tengan ninguna propiedad raíz. A 21 de Junio de 2019 quedaban 1.800 subsidios para ser otorgados. 

En opinión de la Secretaría, uno de los principales problemas está en la habilitación del suelo. Proyectos, como el Lago de torca, en el norte, Lagos de Tunjuelito en Ciudad Bolívar, Ciudad Río y el Plan Tres Quebradas, permitirían la construcción de aproximadamente 250.000 viviendas dentro del Distrito, dijo el secretario Guillermo Herrera. 

No obstante, estos proyectos contarían con los mismos frenos actuales de financiación y subsidio, porque los recursos de Mi Casa Ya se otorgan única y exclusivamente a través de las entidades financieras y el Fondo Nacional del Ahorro. Otro escollo al que se enfrentan los bogotanos de Bajos Recursos para aspirar a ser propietarios es la Inclusión financiera. 

En mi opinión, el obstáculo mayor es el del poder adquisitivo de los capitalinos y, en general, de los colombianos, la bajísima oportunidad laboral lo que conlleva a que el tener casa se convierta en una utopía. 

Considero que una forma de sacar a la población de la incapacidad para producir y darse la oportunidad de adquirir vivienda, de manera digna, es que el Estado cree industria, en lugar de “regalar casas”. Así se incrementa la producción, las personas se ganan decorosamente su sustento y, dentro del él, la casa. Al producir no tendrían necesidad de los subsidios, de donación de vivienda y sería la manera meritoria de tener su techo propio.

Colaboración del Ing. JAVIER MARQUEZ SARMIENTO (Experto en avaluos RAA)