Pese a que en varias partes del país persiste el
excesivo aumento de precios de vivienda, en la capital es casi imposible
comprar.
En el caso de la principal ciudad del país, los
precios están en las nubes por cuenta de la falta de predios para construcción
y otros elementos de tipo coyuntural.
Varios estudios dan cuenta, además, de que los
altos precios en la vivienda en Bogotá no es situación nueva, sino, se mantiene
una tendencia al alza desde 2013. Un estudio, citado por la revista Dinero,
concluye que esta burbuja se debe a las restricciones que existen en materia de
oferta y de uso en la capital del país.
Un análisis más reciente, citado por ese mismo
medio, concluye que el aumento en los precios del suelo registra un alza mayor
en el sector de la vivienda de lujo, entre otras cosas, por los ingresos per
cápita.
La situación en Cartagena tiene argumentos
diferentes a los de la cuidad ‘rola’. En la capital de Bolívar las
especulaciones de una burbuja inmobiliaria se deben al dinamismo que mantiene
el mercado desde hace varios años.
“Yo no llamaría burbuja. Solo hasta 2002-2003 se
empezaron a expedir licencias de
construcción; durante esos años solo vendíamos lo usado para remodelar. Al
activarse el mercado de la construcción, la ciudad toma otro rumbo, el
cartagenero empieza a invertir en los proyectos nuevos y, ni hablar de la gente
del interior, que anhelaba tener una propiedad nueva, dando como resultado el
boom de la finca raíz”, explica Rosanna Aranguren, experta en el sector
inmobiliario cartagenero.
Según ella, hoy por hoy es mucho más fácil
adquirir un inmueble en esa ciudad, debido –insiste– a que el mercado es más
dinámico entre lo usado y proyectos nuevos tales como: residenciales,
turísticos y comerciales.
En el caso de la capital de Bolívar, el perfil de
los compradores es muy variado y depende, entre otras cosas, de la zona en la
que se quiera comprar. En el centro y Getsemani, por ejemplo, los interesados
en casas coloniales y republicanas para restaurar son, en su mayoría,
extranjeros.
En la zona norte, las personas interesadas por
edificios turísticos provienen del interior del país. “Empresas tales como
Ecopetrol (ampliación de la refinería); Dow, Unesco, etc. traen sus ejecutivos
y muchos de ellos compran en zonas residenciales como Bocagrande,
Castillogrande, Barcelona de Indias y Laguna Club.
Otro indicador para evaluar si realmente existe
una burbuja inmobiliaria en ambas ciudades es el precio del metro cuadrado. En
Bogotá, por ejemplo, hay sectores en los que comprar una porción de tierra es
como si se pagara por un espacio en Nueva York.
La zona ubicada en el centro comercial Andino
ocupó un lugar entre las 10 más costosas para comprar un metro cuadrado, solo
la superan sectores de Hong Kong (1), Nueva York (2), París (3), Londres (4),
Tokio (5), Sao Paulo (6), según un informe de la firma Cushman & Wakefield
revelado en diciembre pasado.
En Cartagena, según Aranguren, el precio por
metro cuadrado es muy oscilante. En la zona centro, por ejemplo, está entre 7 y
15 millones de pesos; en el norte, entre 4 y 6 millones; en Castillogrande y
Bocagrande está entre 5 y 7 millones.
En enero pasado, la prestigiosa revista The
Economist no incluyó a Colombia entre los países que están en riesgo de sufrir
una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, en el caso de Bogotá, la administración
distrital admitió que sí se está produciendo este fenómeno.
Tomado de pulzo.com/economía