El crecimiento exponencial de la
población bogotana y la concentración de ésta en ciertas zonas de la ciudad son
responsables de que gran parte de los proyectos de desarrollo urbano que se
ejecutan actualmente o estén próximos a realizarse tengan como objetivo mejorar
la movilidad, lo que incluye no solo optimizar el transporte público, sino
adaptar las vías.
El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU)
tiene hoy en día planes de compra y expropiación para 2.000 predios que
terminarán convirtiéndose en calles y avenidas nuevas. Algunas de ellas, en
localidades como Suba, Fontibón y Bosa, que son tres de los puntos neurálgicos
de la congestión en la ciudad, porque han crecido demográficamente, pero han
quedado atrás en cuestión de vías.
Pero ¿qué pasa cuando el IDU
ofrece comprar un predio para construir una obra civil de ciudad? ¿Se puede
vender a otra persona o institución que no sea el IDU? ¿Se pierde el valor
comercial de la propiedad? ¿Pueden quitarles los derechos sobre el predio a sus
dueños si no quiere vender? La respuesta es que todo depende del proyecto y del
momento de la negociación.
Los 2.000 predios de los que habla
el IDU son solo los que ya tienen o están próximos a tener una oferta de
compra, porque está listo el presupuesto para pagarles a los propietarios. Sin
embargo, hay otras propiedades, como las 955 que se necesitan para la
construcción del metro, que aún no tienen una oferta oficial por parte del IDU.
Cuando ya existe una propuesta de
compra, ese predio tiene una medida cautelar, lo que significa que no puede
venderse a otra persona o institución distinta. En caso de que el propietario
no llegue a un acuerdo con el IDU, el predio le será expropiado por vía
administrativa.
Las medidas cautelares tienen un
plazo de tres años, que pueden renovarse por tres o máximo seis años más,
tiempo en el cual debe efectuarse la compra o expropiación, pues el IDU no
puede restringir la venta de una propiedad por tiempo indefinido.
Según María del Pilar Grajales,
directora técnica de predios de esa institución, en casos como los del metro u
otras obras que todavía no empezarán a desarrollarse en Bogotá, no existen
ofertas de compra y las propiedades pueden ser vendidas sin ninguna
restricción.
El mayor temor de los dueños que
ven obligados a venderle sus inmuebles al IDU es que no les paguen un precio
justo. Grajales dice que el instituto respeta el valor comercial del predio,
que es determinado por la Dirección de Catastro, pero que es distinto al valor
catastral.
Además, se paga una indemnización:
por lucro cesante si los dueños tienen alguna actividad económica en la
propiedad o arrendatarios, o por daño emergente si hay gastos de traslado,
adecuaciones, desconexión e instalación de servicios públicos, etc.
El proceso para la negociación
entre el Distrito y los dueños de las propiedades empieza con la
sensibilización del grupo poblacional que se verá afectado. Luego se hace el
registro topográfico para medir el predio y revisar los documentos de
propiedad, además de un censo para determinar qué se debe pagar y cuántas
personas son las afectadas.
Ese proceso previo tarda cinco
meses. Luego se hace la oferta de compra (cuyo valor no es negociable), y el
propietario tiene 30 días hábiles para estudiarla y decidir si acepta o no. Si
el dueño se niega, se procede a la expropiación. Este último proceso puede
tardar siete meses.
Al Congreso elevados avalúos
catastrales:
La Comisión Quinta del Senado le
pedirá cuentas al Gobierno Nacional por los elevados avalúos catastrales que se
presentan en diferentes regiones del país, especialmente en la Orinoquía.
La senadora citante Maritza
Martínez afirmó que se espera la comparecencia del Instituto Geográfico Agustín
Codazzi para que explique por qué las actualizaciones de avalúo de muchos de
los predios se están haciendo de forma anti-técnica.
“Eso en vez de contribuir al
desarrollo rural lo que se está convirtiendo es en un obstáculo para los
productores agropecuarios. Todos sabemos que en esa zona del país hay problemas
graves para la producción”, señaló.
Y dijo: “Los avalúos no obedecen a
la realidad comercial de los predios y queremos que nos expliquen cómo hacen
esas mediciones porque el procedimiento es erróneo”.
Tomado del tiempo.com