martes, febrero 19, 2019

LOS DAÑOS AMBIENTALES NO SE VALORAN NI SE REPARAN ?

SIBATÉ y EL MUÑA, inversión pestilente.- La represa del Muña es un pasivo ambiental que nadie asumió, deteriorando la salud y el ambiente con el supuesto de generar energía para el desarrollo.


El Embalse del Muña se construyó entre los años 1940 y 1944 para almacenar, regular las aguas de los ríos Aguas Claras y Muña, y para producir energía en la planta del Charquito y el Salto.

Durante veinte (20) años se desarrollaron DEPORTES NÁUTICOS hasta el año 1967, cuando decidieron contaminar la zona con el bombeo de agua del río Bogotá al embalse del Muña, para ampliar la generación de energía del sistema energético.

En el documento escrito por David Llistar y Tatiana Roa, “El caso del Embalse del Muña: inversión pestilente en manos de ENDESA” hoy ENEL, se describe la situación de la zona desde el año 1967, que no ha cambiado y lo único que podemos deducir es que no aprendemos de los errores que se comenten contra la población y el ambiente, y la Responsabilidad Social Empresarial es solo un lema publicitario para descrestar a inversionistas.

Esperemos que la situación de Hidroituango no se convierta en un hecho histórico para ilustrar en alguna página de INTERNET.

Tomado de https://rds.org.co/es/novedades.